Nacional

Retos y Oportunidades de la fruta de hueso en la Región de Murcia

Por Francisco Seva Rivadulla, periodista Agroalimentario y Jesús López-Alcolea, responsable de transferencia del CEBAS-CSIC.

El sector de la fruta de hueso es uno de los más importantes de la economía agroalimentaria murciana, pero necesita una reestructuración del modelo productivo, logístico, manipulativo y comercial, para poder obtener un nivel una mayor rentabilidad, del que carece actualmente.

El sector productor – exportador de fruta de hueso tiene que acometer una profunda ordenación de la oferta, acompañado de una eficaz concentración de la oferta, que conduzca a una óptima gestión de su producción, una cuestión que ha sido imposible hasta este momento, debido esencialmente al individualismo de los productores.

Esto pasa por alargar el calendario productivo de cada una de las especies de Prunus (albaricoquero, melocotonero, ciruelo y cerezo) dentro de las posibilidades edafoclimáticas que hay en el sureste español concretamente en la Región de Murcia. Esta cuenta con una diversidad de climas que hacen posible este escalonamiento productivo contando con inviernos suaves cerca de la costa como en Mazarrón y Águilas hasta Caravaca de la Cruz, Moratalla y Jumilla pasando por la zona tradicional de producción de fruta de hueso del Valle de Ricote y Río Mula.

Sólo basta con establecer el cultivo de las variedades idóneas en las comarcas y parajes de Murcia para que estas expresen su máximo potencial y aporten la mayor rentabilidad a sus agricultores permitiendo mantener esta “cultura agrícola” murciana de la que disfrutábamos décadas atrás.

Es fundamental organizar eficazmente la oferta del hueso, y para ello, el “lobby del hueso” necesita trabajar en la creación de una interprofesional de ámbito nacional, que podría perfectamente tener su sede en Murcia capital. Esta entidad permitiría, llevar cabo una gran campaña de promoción tanto para el hueso a nivel de toda la geografía española como en el capítulo regional, lo que contribuiría a crear una potente “imagen de marca”, que tanta falta hace para el hueso murciano.

Pero, es evidente que también es muy importante una excelente diferenciación de la fruta de hueso murciana a través de la calidad, y para ello el sector debe trabajar para, de una vez por todas, crear una IGP para el Melocotón de Cieza o el Albaricoque de la Vega del Segura, ambas marcas de calidad permitirían potenciar la internacionalización de ambos productos. Para ello, tanto productores como empresas y cooperativas deben aunar esfuerzos para conseguir que estos sellos sean una realidad, y es evidente, que deben ser sellos con una vocación de promoción fuerte, una gran debilidad de la que sigue adoleciendo el colectivo de esta fruta.

Hay aires de cambio para la situación actual que llegan desde las nuevas generaciones que se incorporan al sector de la fruta de hueso con ganas de innovar aportando novedosas ideas y utilizando nuevas herramientas tecnológicas como las redes sociales, drones, App’s entre otras para que hacen divisar un futuro alcanzable a corto plazo.

La situación actual fuerza a los agricultores a empatizar con los más débiles y concebir que la unión entre ellos es el modo de superar las incertidumbres y altibajos que puedan haber en el sector productivo murciano. Asociarse, estructurarse y diversificar son las bases del futuro en la fruta de hueso siempre teniendo en cuenta la opinión y necesidades del consumidor ya que este es el punto de partida para el desarrollo de estrategias que nacen en él y se van moldeando a través de la cadena de producción hasta llegar al productor.

Las entidades públicas deben jugar un papel importante en este nuevo resurgir de la fruta de hueso ayudando en sus posibilidades a formación, organización, promoción e investigación como ofrecen las OCAs y centros como el CEBAS-CSIC e IMIDA. Es seguro que estas entidades junto a asociaciones, OPFH’s y pequeños agricultores llevarán a buen término el nuevo impulso agrícola en la Región.

Aviso a Navegantes: Si queremos un sector rentable y competitivo, necesitamos sin lugar a dudas, una diferenciación por la vía de la calidad, que aporte valor añadido a la fruta de hueso murciana, ese es nuestro gran reto al que tenemos que hacer frente actualmente.