El Reino Unido confirmó este martes que aplaza a enero de 2024 la aplicación de los nuevos controles fronterizos post-Brexit a productos animales y vegetales de la Unión Europea.
El plan anunciado oficialmente por el Gobierno en un comunicado colgado en su web supone un nuevo retraso -el quinto- en la introducción de esos controles, que debían ejecutarse este octubre.
Según esto, con estas medidas, el Ejecutivo busca «crear la frontera más efectiva del mundo» y su modelo introduce «un nuevo régimen global para controles de seguridad y bioseguridad, que contemplan introducir controles en importaciones de la UE por primera vez empleando las libertades del Brexit para simplificar los controles de las importaciones en bienes de todo el globo».
Estos controles mantendrán al país «seguro, defendiéndolo contra enfermedades de plantas y animales procedentes de fuera, protegiendo la industria agrícola vital y la cadena de suministro alimentario», apunta el comunicado.
La introducción de un régimen de control fronterizo tras el Brexit para las mercancías que ingresan en el Reino Unido del bloque europeo ha sufrido repetidos retrasos, pero las exportaciones británicas a la UE ya están sujetas a controles completos.
El FT avanzó el pasado día 3 que esta nueva demora responde a la inquietud de que la burocracia adicional aumente la inflación en el país, situada en el 7,9 %, muy por encima del objetivo del Banco de Inglaterra de mantenerla en el 2 %, por lo que ha dispuesto varios incrementos en los tipos de interés.