Según esta organización, esta modificación legislativa ha disparado el gasto anual energético hasta los 700 millones de euros en un sector que, desde la desaparición de las tarifas especiales para riego en 2008, ha registrado una subida media superior al 1.000 por ciento de sus costes fijos energéticos y del 100 por ciento en la factura total.
En un comunicado, ha insistido en que "con semejante subida, amortizar los más de 6.000 millones de euros invertidos en modernización de regadíos para producir más con menos agua, en línea con las indicaciones de la FAO, se hace prácticamente imposible".
Fenacore ha defendido despenalizar los contratos energéticos de temporada, abonar únicamente la potencia realmente utilizada en lugar de la contratada o incluso, que la legislación permita realizar más de un contrato al año con las compañías eléctricas y la aplicación de un IVA reducido en el suministro eléctrico.
