Las conclusiones presentadas en una reunión de la Asociación Americana del Corazón (AHA) en Phoenix, se basan en un modelo informático que simula la manera donde la política de precios podría afectar a los hábitos alimenticios.
Uno de los estudios ha mostrado que la reducción de precios de los productos frescos en un 10 por ciento, junto con un aumento similar en el precio de las bebidas azucaradas, podría evitar más de medio millón de muertes por enfermedades del corazón en los Estados Unidos en 2035.
Un cambio en la dieta puede ser un reto, pero si se logra a través de la opción personal o cambios en el mercado, puede tener un efecto profundo sobre la salud cardiovascular", ha destacado el doctor Thomas Gaziano, perteneciente al Brigham and Women’s Hospital y Harvard TH Chan, Escuela de Salud Pública, y autor principal del estudio.
El doctor Gaziano también presentó los resultados de un estudio que sugiere que la reducción de los precios de frutas y verduras podría tener un efecto más significativo que las campañas en los medios de comunicación sobre la reducción de las tasas de mortalidad.
El equipo utilizó un modelo informático para calcular cómo el recorte de precios en frutas y verduras en un 10 por ciento podría reducir el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular en aproximadamente el 1 por ciento en los próximos 15 años, lo que equivale a alrededor de 67.000 vidas.
Mark Creager, presidente de la AHA, ha destacado que la economía ha jugado un papel importante en la forma de vida de las personas. "Los impuestos que han incrementado el precio del tabaco han tenido un impacto muy favorable en el número de estadounidenses que fuman, así que no es un tramo para suponer que precios más económicos en los alimentos saludables también tendrían un efecto positivo", señaló. La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte de hombres y mujeres en los Estados Unidos, responsable de alrededor de 610.000 muertes cada año.