Convocados por la Federación y las cámaras que la integran, se manifestaron ante la falta de políticas que permitan obtener un margen de rentabilidad para la fruta.Un millón de toneladas de peras y manzanas se pierden en las plantas por no poderse cosechar.
Esto provocará no sólo la pérdida de la fuente de ingreso de miles de productores sino también de miles de puestos de trabajo que genera esta actividad. Es importante destacar que esta economía regional genera en forma directa e indirecta más de 70.000 puestos de trabajo, informa Infocampo.
El problema no surge en la calidad ni en la sanidad de las frutas, sino que es demandada en distintos mercados de todo el mundo, pero por los altos costes internos sumados a un tipo de cambio retrasado y la carga impositiva más alta que nuestros competidores, no permite su exportación.
El complejo frutícola de los valles irrigados del Norte de la Patagonia aporta al fisco nacional más de 400 millones de dólares al año.Como nunca todos los sectores que integran la cadena frutícola, desde el empresariado hasta los trabajadores y por supuesto los productores, se han unido para reclamar medidas urgentes que modifiquen esta situación.
Se suman los gobiernos de las dos provincias (Neuquén y Río Negro) y todas las fuerzas políticas con representación gubernamental en las legislaturas provinciales y en el Congreso Nacional.“Fuimos a nación en busca de los noventa millones de dólares necesarios para levantar la cosecha y solo obtuvimos una magra promesa que llegaría fuera de tiempo cuando todo se perdió y con una serie de requisitos burocráticos que dejan fuera del beneficio a muchos pequeños y medianos productores condenándolos a desaparecer”, señalan los productores.
“De la recaudación impositiva el gobierno nacional no resignó nada. Nos preguntamos si no pretenderán también cobrar retenciones por la fruta que quedó en la planta sin cosechar”, agregan.“Lamentablemente tenemos que decir que a pesar de estar “enterrados” por miles de kilos de peras y manzanas sin cosechar, hoy la falta de políticas adecuadas ha hecho además que en la mesa de los argentinos no estén presentes nuestras frutas”, concluyen.