Ocho entidades del sector han remitido a la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, una carta, para exponer su desacuerdo con el nuevo texto, elaborado por la presidencia maltesa de la UE, con el fin de promover un compromiso entre las instituciones comunitarias.
Los productores orgánicos han solicitado que España «vote en contra», para que se siga trabajando en las deficiencias que presenta el documento, según la misiva. Han suscrito la petición Ecovalia, Seae, Ccpae, Ampoas, Femeca/Coato, Silae, CAEV y el Servicio de Certificación CAAE, que aglutinan un 80 por ciento del sector ecológico nacional. Los productores ecológicos han señalado que el borrador incluye aspectos que podrían «minar los intereses del sector en su conjunto».
En ese sentido, han manifestado que la propuesta «permite que cada país ponga sus propias normas en cuanto a la presencia de residuos en los alimentos ecológicos, lo que podría propiciar situaciones difíciles y agravios comparativos». Por ello, han pedido que en todos los países comunitarios se apliquen las mismas normas respecto a las cantidades de residuos presentes en los productos biológicos.
Otro punto conflictivo del reglamento, según la carta, es la falta de una exigencia de certificación a pequeños productores que se adhieren a la venta directa, lo que podría derivar en una pérdida clara de «trazabilidad» y, por tanto, se podría ver afectada la credibilidad y garantía que ofrece el sistema de control oficial. Por otra parte, el sector ecológico ha rechazado que en el listado de sustancias autorizadas que recoge el borrador no se incluyan algunas naturales que, de forma recurrente, se usan en agricultura ecológica.