La mayor parte de las empresas productoras de lechugas de la comarca del valle del Guadalentín, y en especial las de Lorca, Águilas y Puerto Lumbreras, destruyen desde hace dos semanas toneladas de esta verdura para conseguir un repunte de los precios, ahora por debajo de los costes de producción, debido a un exceso de oferta.
La destrucción de entre un 30 y un 40 por ciento de la producción de lechuga iceberg en un plazo de 15 días fue uno de los acuerdos adoptados el 11 de febrero en la primera reunión del gabinete de crisis convocado por los responsables de 27 empresas productoras en la Cámara de Comercio de Lorca.
El gabinete fue convocado a instancias de los empresarios del sector para analizar la falta de rentabilidad y estudiar estrategias que permitan dar un nuevo impulso al sector, que da empleo a unas 4.000 personas.
El presidente de la cooperativa Alimer, Manuel Soler, dijo hoy a F&Hoy que «sobra un tercio de todo lo que producimos» y cifró la cantidad en unos tres millones de kilos de los 12’5 millones que se producen semanalmente en la zona del sureste español.
Opinó que «aunque es cierto que en todas las empresas se está destruyendo lechuga» no se está haciendo «en la cantidad acordada, porque si se hubiera hecho se habría reducido todo el excedente, el mercado habría reaccionado y los precios ya se habrían recuperado».
Soler expuso que la buena climatología del inverno ha hecho que todas las lechugas que se plantaron tengan buen tamaño y sean comercializables, lo que ha provocado el excedente que ha saturado el mercado y desplomado los precios.
El presidente de Alimer dijo que «sería necesario que nos pusiéramos de acuerdo de verdad para quitar la cantidad que sobra, porque ahora mismo todos estamos perdiendo dinero».
Se mostró sin embargo confiado en que en la próxima semana se produzca una reducción de la producción y la misma incida positivamente en la recuperación de los mercados, que permita cubrir pérdidas.
