Ortiz ha explicado que el crecimiento en número de hectáreas afecta tanto a la agricultura como a la ganadería de carácter ecológico, en un sector que genera en la región en torno a unos 20.000 puestos de trabajo directos.
Para la titular de agricultura, las expectativas de crecimiento son altas, así como la valoración de los consumidores, por lo que la consejera achaca el bajo consumo a los canales de distribución y comercialización, así como a la concienciación.
No achaca este bajo consumo al precio, "porque el consumidor español está dispuesto a pagar por un producto saludable y de calidad" y porque considera el valor de los productos ecológicos "razonable dada la calidad y las condiciones de producción".
Para atajar este hándicap, desde la Consejería se apuesta por "introducir más la diferenciación en los grandes almacenes y las grandes distribuidoras".
En el otro lado de la balanza, está el consumo exterior, ya que Andalucía exporta la gran mayoría a los mercados europeos, en los que, según la consejera, "cada vez se valora más el distintivo de calidad ecológica".