Andrés Góngora, responsable de frutas y hortalizas de Coag, señala que el nuevo sistema obliga a que la mercancía al entrar en la UE vaya acompañada de una factura en firme y no como hasta ahora que al exportador se le permitía entregar la documentación 3 meses después del envío, lo que les permitía falsear los datos.
Ahora, y tras la reunión con el Comisario de Agricultura donde estuve presente, puedo confirmar que no se tratan de presiones, yo lo calificaría más bien de amenazas y chantajes a los que Dacian Ciolos no debe doblegarse. Las presiones del sector del tomate marroquí no sólo han llegado al ámbito agrario, si no que se han hecho extensivas al resto con especial incidencia en las relaciones diplomáticas.
Esto ha hecho que desde la Comisión Europea estén pidiendo a Ciolos que renegocie con Marruecos, algo a lo que nos opusimos y oponemos de forma tajante y así se lo hemos hecho saber también a la Ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina.
La responsable del ramo en España debe de prestar su apoyo al Comisario y posicionarse de forma firme para que la Unión Europea no ceda a las coacciones del país vecino. Si Europa cede a los chantajes y amenazas de Marruecos quedará en entredicho el papel de la Unión Europea quien pondrá a los productores mediterráneos a los pies de los caballos.
El Reino Alauita está jugando muy sucio desde que Europa ha tomado la determinación de controlar más sus exportaciones para que no incumplan los cupos de entrada y paguen las tasas arancelarias correspondientes en caso de quebrantar el acuerdo.
La postura del Comisario de Agricultura parece firme: no va abrir la negociación con Marruecos ni a revisar el Reglamento con éste, pero la realidad es que en el seno de la Comisión ya contemplan (por no decir que está casi hecho) realizar algún tipo de concesión más a Marruecos para relajar tensiones.
Lo peor, es que todo apunta a que esa concesión se podría hacer con el tomate, es decir, incluyendo la variedad cherry en el cálculo del valor global de importación, lo que haría que en la mayoría de los casos no se superaran los precios de entrada establecidos y no tuvieran que pagar tasas arancelarias. No entendemos cómo Europa puede ni tan siquiera plantearse esta opción que es, sin duda, una forma de continuar tapando un descarado fraude fiscal por parte de los exportadores que trabajan en Marruecos quienes se ‘ahorran’ las tasas arancelarias.
El salto de la valla de Melilla o las presiones en materia agrícola son una maniobra sucia orquestada por Marruecos para presionar de forma avergonzante a Europa con el fin de que ceda a sus chantajes, algo que desde COAG no vamos a consentir ya que el doblegarse a Marruecos supondrá el hundimiento total del tomate español. Desde COAG, exigimos firmeza a la Ministra de Agricultura de España, al Comisario de Agricultura así como al resto de los Ministros del ramo europeos.
Marruecos no puede continuar manejando Europa a su antojo, incumpliendo las leyes exigidas al resto de productores de la UE e infringiendo el acuerdo y defraudando capitales que no consiguen nada más que favorecer a los que más tienen y manejan el cotarro en Marruecos en perjuicio, por ejemplo, de las condiciones laborales y sociales de los trabajadores del campo de allí quienes desempeñan su labor de forma, en muchas ocasiones, infrahumana.
Por último, desde COAG tenemos claro cuál es la exigencia que desde la Organización hacemos al Comisario de Agricultura, Dacian Ciolos: ¡Inflexibilidad con el acuerdo y las amenazas de Marruecos!