Es precisa una estructuración del sector que «necesita una vertebración suficiente para tener una única voz de cara a las administraciones públicas», según Maté.
Además, urge consolidar la producción ecológica, así como apostar por el desarrollo de su industria. El fomento del consumo interno bio, a pesar de haber registrado crecimientos continuados y sostenidos a lo largo de los últimos años, es otro de los ejes estratégicos del plan, ya que en el total alimentario su participación aún es baja (en torno al 1,5 por ciento), sin olvidar líneas para apoyar la internacionalización del sector.
El subdirector general ha valorado, no obstante, la expansión que experimenta su consumo, bien a través de la tienda especializada, que ha sido históricamente el principal punto de venta del bio, bien vía la gran distribución que permite acercarse al consumidor «habitual de producto eco o también al espontáneo».