En una conferencia en la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con motivo del Año Internacional de los Suelos, el experto de esa agencia Roland Vargas insistió en que "los organismos del suelo son vitales para el mantenimiento de la estructura del suelo y el secuestro de carbono", entre otras funciones.
Valoró que para la próxima Cumbre del Clima de París, prevista para finales de este mes, la comunidad internacional "se ha dado cuenta de la importancia que tiene (para el cambio climático) la materia orgánica del suelo".
Según la FAO, se estima que los suelos son capaces de secuestrar en 25 años más del 10 % de las emisiones de CO2 resultantes de la actividad humana.
El sumidero de dióxido de carbono es el proceso para remover los gases de efecto invernadero de la atmósfera almacenándolos en reservas terrestres y ecosistemas acuáticos.
Solo un 5 % de los suelos está compuesto de materia orgánica, si bien esta es fundamental con vistas a garantizar el sustento para los microorganismos.
La vicepresidenta de la Sociedad italiana de ciencias del suelo, Anna Benedetti, recordó que muchas de estas especies todavía no han sido identificadas, como tampoco se conocen las relaciones que guardan entre ellas y que influyen en el funcionamiento de los suelos, que se calcula que albergan un cuarto de la biodiversidad del planeta.
Por su parte, Vargas remarcó que los cambios en el uso de las tierras pueden reducir los microorganismos y alterar los ciclos y funciones del suelo.
La degradación afecta a un tercio de las tierras, sobre todo como consecuencia de prácticas agrícolas insostenibles, entre las que citó la contaminación del suelo o el excesivo uso de químicos.
"Antes de tomar cualquier decisión, debemos entender cuál es el estado de los suelos", sostuvo Vargas, que llamó a aumentar el contenido de la materia orgánica mediante acciones como mantener el suelo con plantas, extender el uso de nutrientes, promover la rotación de cultivos y reducir la erosión.