En una carta a la que Efe tuvo acceso, cuatro centenares de ciudadanos chinos, entre ellos el exministro de la Industria Química Qin Zhongda, instan al organismo que gestiona las empresas públicas a detener esta operación ante el riesgo de que implique una "promoción extendida de la agricultura agroquímica y transgénica".
La misiva, con fecha de 26 de marzo y dirigida a la Comisión de Administración y Supervisión de los Activos Estatales (SASAC), tacha de "adquisición suicida" la compra de Syngenta por parte de ChemChina, de propiedad pública.
La empresa asiática presentó el pasado 3 de febrero una oferta de 43.000 millones de dólares (unos 39.400 millones de euros) en efectivo por el fabricante suizo, que cuenta con más de 28.000 empleados en noventa países.
En la carta se detallan algunos de los riesgos de la salud de los pesticidas y herbicidas fabricados por Syngenta, se recuerda que algunos de ellos fueron prohibidos en la Unión Europea y se afirma que las semillas transgénicas de la firma suiza pueden causar "daños en la salud de los consumidores chinos y en la seguridad alimentaria".
ChemChina "debe detener inmediatamente esta adquisición suicida que causará un desastre genocida en la nación china", se lee en la carta.
Además de pedir a la SASAC que frene la compra, los firmantes exigen que se organice una audiencia "abierta, transparente y justa" para estudiar la oferta, con participación de miembros de la Conferencia Política Consultiva del Pueblo Chino -equivalente a una Cámara Alta- y de representantes de los consumidores.
La aparición de este tipo de cartas es algo excepcional en China y, en declaraciones a Efe, el experto en agricultura y alimentación de Greenpeace Zhang Jing atribuyó su existencia a la preocupación sobre los transgénicos y la seguridad alimentaria que hay en el país.
"No hay consenso sobre la seguridad de los alimentos modificados genéticamente en el mundo científico, pero se debería tener en mente un principio de precaución", señaló Zhang.
Fuentes de ChemChina desmintieron a Efe que la compra de Syngenta vaya a tener consecuencias para el entorno y dijeron que "tendrá un impacto positivo en la oferta y la calidad alimentaria global".
"ChemChina y Syngenta continuarán contribuyendo con su experiencia y su saber hacer en la promoción de los más altos estándares medioambientales en China y en todo el mundo", señaló un portavoz de la compañía china.