La papa aérea, cultivada mediante la «aeroponía» para conseguir una mayor cantidad de semillas de este tubérculo, puede contribuir a afrontar la crisis alimentaria del mundo y mitigar los efectos del calentamiento global.
Así lo afirmó el ingeniero agrónomo Carlos Chuquillanqui, parte del proyecto de aeroponía del Centro Internacional de la Papa (CIP), durante una exposición internacional que hoy comenzó en Lima para presentar las últimas investigaciones y proyectos sobre raíces y tubérculos.
Chuquillanqui explicó que con la aeroponía se busca una alternativa para producir semillas de papa de forma eficaz, controlar los patógenos y evitar el uso de químicos como en bromuro de metilo, un pesticida que debe ser eliminado en Latinoamérica antes del 2015 debido a sus efectos nocivos en la capa de ozono.
Con esta técnica, en la que Perú es líder en Sudamérica, se produce «en una campaña de seis a siete meses unos 45.000 tuberculillos, mientras que mediante las técnicas convencionales (plantar en el suelo) se producen unos 35.000 tuberculillos en un período de dos años», enfatizó el científico peruano.
Sin embargo, Chuquillanqui subrayó que la aeroponía, que ya se desarrolla en las ciudad andina de Cerro de Pasco, sirve para producir semillas mas no para cultivar plantas porque el proceso es demasiado costoso.
La aeroponía también se aplica en Ecuador, Brasil, Bolivia, Malawi, Kenia, Mongolia, China y Corea del Sur, tuvo un impacto positivo cuando el CIP aplicó esta técnica tras el terremoto que asoló en la provincia china de Sichuan, en mayo de 2008.
En ese lugar, se logró recuperar una gran cantidad de semillas de papas, lo que permitió después triplicar la producción, dijo a Efe la directora general del CIP, Pamela Anderson, tras acotar que en ese caso en particular se demostró que «la crisis se convirtió en oportunidad».
El CIP además trabaja otros proyectos como «Vita» para introducir en lugares como Africa algunas clases de camotes (batatas) de la variedad anaranjada y con alto contenido de vitamina A, que Perú produce en grandes cantidades y que son eficaces para prevenir la ceguera en niños y madres gestantes, señaló la curadora de la colección de camotes del CIP, Genoveva Rosell.
Agregó que en la estación científica de Nairobi, en África, ya se está trabajando con material mejorado respecto al betacaroteno, y además se está intentando introducir esta variedad de camote anaranjado a países como Mozambique y Uganda.
El CIP también trabaja en proyectos para impulsar a las comunidades campesinas más pobres de Perú a través de la promoción y comercialización de papas nativas y sus productos derivados o procesados como las hojuelas fritas o las cremas antiarrugas, según manifestó a Efe Andre Devaux, líder del protecto Papa Andina.
La muestra de los proyectos e investigaciones se realizó en el marco del XV Simposio Trianual de la Sociedad Internacional de Raíces y Tubérculos Tropicales, que se celebra en Lima entre el 2 y 6 de noviembre y cuenta con la participación de científicos de 41 países.