La preocupación es mayor en zonas como Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia, la Comunidad Valenciana o parte de Andalucía; por cultivos, hay expectación por el efecto en cereales, olivar, frutas de hueso o almendro.
Según las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, el temor varía también según la cuenca hidrográfica a la que pertenezca la explotación, porque la necesidad de agua va a repercutir en los planes de riego, especialmente en las del Segura, Júcar o Tajo.
Fuentes de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) han reconocido, no obstante, que el panorama es menos negativo que el previsto antes de Navidad, porque en algunas zonas "ha caído bastante agua", como en Castilla y León -salvo en el sur de esta autonomía-.
Pero, según Asaja, había parcelas que estaban "muy mal" y ahora queda la expectación entre los productores de herbáceos como los cereales, pendientes de saber el porcentaje de semilla que está bien y el alcance que tendrá la falta de agua.
Castilla-La Mancha es una de las áreas en peor situación, porque las precipitaciones han sido escasas, junto con Extremadura; en Andalucía ha llovido en las campiñas de Córdoba, Sevilla o Cádiz, y desde Asaja esperan que esto beneficie a los cultivos más adelantados.
Por su parte, el presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en Murcia, Miguel Padilla, ha afirmado que en esta provincia y otras del sureste -como Almería o Alicante- la situación es "peor" que antes de la Navidad, porque a la falta de precipitaciones se han unido los días de viento y las temperaturas excesivas.
Padilla ha puesto como ejemplo el caso de la producción de fruta de hueso, que podría verse afectada porque los árboles necesitan horas de frío para el cuajado y las temperaturas no bajan por las noches.
En hortalizas, según ha descrito, "se ha roto el ciclo" y existe "saturación en los mercados" por coincidir en el tiempo un volumen alto de existencias de cosechas, como la de brócoli, que deberían recogerse en diferentes momentos: "Hay un desorden absoluto en los almacenes y cooperativas".
En cuanto a los almendros, ha advertido de que si el tiempo no varía podrían florecer "en diez o doce días", con un aumento del riesgo de daños por las heladas posteriores.
Fuentes de la organización han subrayado que hay "miedo" entre los agricultores, especialmente en la mitad sur del país, por las consecuencias del clima de este otoño e invierno.
Entre ellas, UPA ha recordado que la sequía provocó los incendios que afectaron en diciembre al norte de España, de los que los productores "han sido víctimas", en concreto ganaderos de Asturias o Cantabria, donde se quemaron campos en los que pastaban sus vacas.





















