La ocupación fue promovida hacia las 5.00 hora local (8.00 GMT) de este martes por integrantes de la Federación de los Trabajadores en la Agricultura Familia (Fetraf) que dicen haber movilizado mil militantes en la protesta.
Los manifestantes quebraron los ventanales de la recepción del edificio y colgaron letreros con sus reivindicaciones en ventanas de diferentes pisos.
La Policía Militarizada de Brasilia informó de que el número de manifestantes es de cerca de 500 y que los mismos aprovecharon que no había funcionarios en la edificación para acceder a varios pisos del predio público.
Los funcionarios del Ministerio de Hacienda, retenidos frente a la puerta de la edificación, esperan una negociación para poder iniciar sus trabajos.
El Ministerio de Hacienda está ubicado en la llamada Explanada de los Ministerios, una ancha avenida en la que está la sede de los diferentes poderes de Brasil, incluyendo la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema.
El coordinador general de la Fetraf, Marcos Rochinski, afirmó que los manifestantes sólo abandonarán la edificación cuando consigan negociar la exclusión del área agrícola de los recortes de gastos públicos que serán anunciados por el Gobierno esta semana.
"No es justo castigar al sector que produce los alimentos para la población brasileña", afirmó el dirigente.
La asociación de agricultores también reivindica mayores avances en la reforma agraria e incentivos para las mujeres y los jóvenes que viven en las áreas rurales.
El ministro de Hacienda, Joaquim Levy, dijo la víspera que el ajuste fiscal que será anunciado esta semana prevé un recorte de entre 70.000 millones de reales (unos 23.186 millones de dólares) y 80.000 millones de reales (alrededor de 26.500 millones de dólares) en el presupuesto público de este año.
Levy precisó que el monto exacto del recorte dependerá de la aprobación por parte del Congreso de las medidas de ajuste fiscal ya propuestas por el Gobierno brasileño para equilibrar las cuentas públicas y garantizar el cumplimiento de la meta del superávit primario para este año, fijado en el 1,2 por ciento del PIB.
Con el ajuste, el Gobierno se propone reducir el elevado déficit público, que el año pasado fue de 32.536 millones de reales (unos 10.777 millones de dólares), el primer saldo negativo en los últimos 13 años.
El Gobierno ha defendido en reiteradas ocasiones que el paquete de ajuste fiscal es necesario para propiciar una retomada del crecimiento económico del país, que se encuentra estancado. La economía brasileña creció un 0,1 por ciento en 2014 y las proyecciones oficiales apuntan a que este año la economía se contraerá en torno a 1 %.