La empresa estadounidense Green Light Bioesciences ha patentado y registrado un acaricida ecológico, que es resultado del desarrollo de una generación de plaguicidas ecológicos contra la plaga de la araña roja en una investigación realizada en colaboración con científicos de la Western University, de Ontario (Canadá).
Así se ha expuesto este lunes en la 15ª Reunión Internacional sobre el Genoma de la Araña Roja, que se celebra en Logroño, en la que participan investigadores de diez países, que han expuesto sus avances contra esta plaga agrícola.
El director de Investigación de esta empresa estadounidense, que cuenta con sede en Sevilla, Ken Narva, ha expuesto los avances obtenidos, junto al equipo de investigación liderado por el científico norteamericano Miodrag Grbic.
Esta generación de plaguicidas ecológicos sostenibles, plasmada en este acaricida, se ha desarrollado con la tecnología RNAi, ha indicado a los periodistas Grbic.
Ha precisado que los buenos resultados obtenidos en los ensayos de campo han sido vitales para la puesta a punto de este acaricida ecológico –necesario para la producción orgánica– y muy selectivo, ya que solo afecta a la araña roja y otras plagas de ese grupo, sin perjudicar a ningún otro ser vivo.
Ya está listo para su registro como plaguicida autorizado, por lo que en el plazo de un año podría estar disponible en el mercado, ha precisado Grbic.
Este sería el primero de una nueva generación de plaguicidas ecológicos contra la araña roja y otras plagas y enfermedades de los cultivos, como el oidio o la botrytis, cuyos ensayos de campo se prevén ampliar a los viñedos riojanos, ha informado.
Las principales ventajas de este producto son su alta selectividad, ya que solo ataca a la plaga para la que ha sido diseñado, y eficacia, la menor posibilidad de generar resistencias en los ácaros y la ausencia de residuos.
«No contamina el medio ambiente y es seguro para la salud: podrías consumir el alimento al día siguiente de aplicarle el acaricida», ha enfatizado Grbic.
El registro, ante las autoridades competentes, de este nuevo acaricida, se producirá este año en Estados Unidos y Brasil y, el próximo año será en Europa, una vez que la empresa tiene ya la propiedad industrial de este producto.
Son productos basados en la tecnología RNA de interferencia (RNAi), que permite ‘apagar’ genes esenciales de las plagas-
El uso de este mecanismo natural aplicado a control de las plagas en agricultura supone una alternativa sostenible al control químico de plagas, en línea con los objetivos de la Unión Europea de reducción de tóxicos en agricultura, ha precisado.

























