La multinacional Monsanto ha valorado el informe previo que ha emitido la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (AESA) sobre dos modificaciones genéticas del maíz de la compañía, el MON810, protegido frente a la plaga de taladro, y el NK603, tolerante al herbicida glifosato.
Según ha detallado Monsanto en un comunicado, la AESA en su informe ha ratificado la seguridad, tanto para su cultivo como para para su consumo humano y animal, de la modificación genética del MON810 para proteger al maíz de la plaga de taladro que se encuentra en múltiples variedades de maíz cultivadas en España.
El director de Asuntos Regulatorios de Monsanto, Jaime Costa, ha asegurado que «esta tecnología no sólo ayuda a obtener una mayor cantidad y calidad de maíz, sino que además contribuye a reducir drásticamente la necesidad de aplicaciones de insecticidas para controlar al taladro, un insecto que ataca las plantas de maíz».
En lo que se refiere a el maíz Roundup Ready 2, también conocido como NK603, Monsanto ha señalado que el informe de la AESA recoge que es tan seguro como el maíz convencional para todos los usos.
Costa ha precisado que con las plantas tolerantes al glifosato, «los agricultores disponen de una herramienta adicional que simplifica sus tareas de control de las malas hierbas».
Monsanto ha explicado que este tipo de producto, que ya se cultiva en países como Estados Unidos, Brasil y Argentina, permite un manejo «más eficiente» del control de las malas hierbas que interfieren en el cultivo de maíz.