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Miguel López, líder de Coag, culpa a la especulación del mercado de la situación del campo

El secretario general de la organización agraria COAG, Miguel López, ha asegurado que el interés general de los agricultores y ganaderos no está garantizado en un momento en el que la democracia «está secuestrada» por los mercados financieros, por la especulación y «por los ladrones».

Así lo ha señalado en la última entrevista que concederá como Secretario General de COAG tras su decisión de no optar a su reelección en la XIII Asamblea General que la organización agraria celebra hoy y mañana en Madrid.

Se ha mostrado muy crítico por las últimas políticas agrarias europeas y por el papel que han jugado los Gobiernos españoles.

En su opinión, los políticos impulsan normas y sellan acuerdos «que teóricamente hacen en nuestro nombre», pero «hemos perdido tanta soberanía que los sectores estratégicos quedan en manos de Europa, que apuesta por el desmantelamiento productivo agrario».

Respecto a la política agraria comunitaria, resalta que «Europa protege la producción continental y «machaca» a las mediterráneas.

«Nos niegan la posibilidad de participar en el mercado europeo» y utilizan dinero público para «echarnos» del mercado europeo, al tiempo que también «te dicen cómo hay que aplicar los recursos que te dan para agilizan los procesos de reconversión».

«Es triste que nos hagan pasar este vía crucis, como si no importáramos a nadie», comenta López, quien pide a los Gobiernos españoles que «miren si lo que pintamos en Europa es razonable».

El acuerdo de asociación con Marruecos, que considera ilegal por incluir los territorios del Sahara, figura como una de las últimas afrentas al campo español, según el histórico sindicalista.

«Sería hipócrita criticar al actual Gobierno por Marruecos cuando el anterior estaba dispuesto a firmarlo» y recuerda que detrás de esta estrategia está el apoyo a «buques insignias» empresariales como Iberia, Telefónica, Repsol o las eléctricas para que accedan a nuevos mercados a cambio de admitir mayores importaciones agrícolas.

Y tras las declaraciones en Rabat del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete -cuando aseguró que no tendría en cuenta posiciones «catastrofistas» de las organizaciones agrarias sobre el acuerdo-, Miguel López califica sus palabras de «ofensivas» y de «desprecio» a los agricultores.

Avisa que los perjuicios del tratado serán graves tanto para el tomate español como para calabacín, pepino, fresa, naranja o aceite, mientras que los programas de inversión de la UE en Marruecos contribuirán a «crucificar» al campo español.

«No sé si (el ministro) nos va a decir después que vayamos nosotros a plantar allí antes de que lo hagan otros, lo que significaría desplazarnos de nuestros territorios y arruinarlos», ha aseverado López.

«No quiero llegar a pensar que se va a comportar (Arias Cañete) como otro vende patrias», puntualiza.

Sobre la presencia de empresas agrarias españolas al otro lado del Estrecho, afirma que «casi todas han vuelto o están en camino, porque allí quien realmente opera son los franceses y alemanes» y que tampoco el capital nacional está presente en las compañías mixtas lideradas por la «oligarquía alauí».

Pero Marruecos no será el último acuerdo lesivo, advierte López, puesto que le seguirán otros con Egipto, Israel, Turquía o países del Mercosur: «son los siguientes pasos, y llegarán».

A nivel general define como muy crítica la situación del campo, aunque no cree que el país esté para movilizaciones agrarias.

«No hay financiación ni liquidez, los costes de producción se han elevado un 18 % de media y quién puede producir con el litro de gasóleo a 1 euro o con un recibo de la luz cuyo coste se ha duplicado en los últimos años», explica el secretario general, problemas a lo que se suma el endeudamiento: 50.000 millones.

«Nos están saqueando», denuncia el dirigente agrario.

Ha apuntado que los agricultores resisten porque necesitan muy poco para vivir y además pueden sacrificar un animal, plantar patatas o criar verduras para autoconsumo, pero reconoce que las hipotecas «caen sobre las espaldas de nuestro patrimonio», lo que hará que «buena parte de explotaciones agrarias desaparezcan».

También se refiere a asuntos de actualidad como la reforma agraria -con la que no está de acuerdo en cuanto supone «una pérdida de derechos y del patrimonio» del trabajador o la sequía, «un problema muy serio si no llueve de aquí a dos semanas».

López, la cara visible de COAG durante años, se centrará ahora en su actividad y en la defensa del campo andaluz -sigue como secretario general» de cara a una reforma de la PAC decisiva.