En particular, subraya el potencial que los mercados asiáticos ofrecen a las exportaciones agroalimentarias europeas, debido a la existencia de «una demanda de productos de alta calidad» y a una «limitada capacidad de producción doméstica», ha explicado el comisario europeos de Agricultura, Phil Hogan.
En particular, Asia tiene el potencial de generar nuevas oportunidades de negocio a las empresas europeas innovadoras capaces de ajustar su producción a las «preferencias locales». No obstante, advierte el estudio, «hay un creciente proteccionismo y escepticismo sobre los beneficios del libre comercio que podrían dificultar que ese potencial se materialice».
Por ello, apunta a la necesidad de llevar a cabo una «mejor comunicación» sobre las ventajas e inconvenientes de la liberalización comercial.
De los acuerdos analizados, el informe concluye que el de México, que entró en vigor en 2000, ha permitido un aumento de las exportaciones agroalimentarias europeas a México entre 1995 y 2004, aunque «a un ritmo más lento que el incremento general en las importaciones agroalimentarias mexicanas».