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Meetingpack expone los últimos avances en envasado ecológico para alimentos

Las jornadas Meetingpack 2013 exponen hasta mañana viernes los últimos avances en el envasado de plástico para uso alimentario, que pasan por preservar al máximo las propiedades de los alimentos, reducir los costes de producción y minimizar su impacto ambiental.

Así lo ha explicado Carlos Enguix, jefe del Departamento de Tecnologías del Envase del centro tecnológico Ainia, organizador de este foro que se celebra en la Escuela de Negocios Lluís Vives del parque tecnológico de Paterna (Valencia), conjuntamente con el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas).

Cerca de 200 personas se han inscrito en la cita, en la que centros tecnológicos y algunos de los principales fabricantes mundiales de envases alimentarios mostrarán las novedades en la investigación, así como los desafíos tecnológicos y legislativos que afrontan estos productos.

«Hay que conseguir que se conserven mejor los productos», con un coste «razonable» y que los envases se puedan reciclar para que su impacto en el medio ambiente no sea elevado, ha asegurado Enguix.

Para una mayor seguridad, explica, se han creado «envases barrera», que evitan la entrada de gases y la salida del nitrógeno o el dióxido de carbono que forman las «atmósferas protectoras» de los alimentos, para alargar la vida útil del producto y conservar mejor sus cualidades organolépticas.

Enguix ha destacado la labor de algunas empresas presentes en Meetingpack en esta línea, como Appe, que ha desarrollado «barreras activas» que absorben oxígeno y minimizan el deterioro en los alimentos que provoca este gas; o Caiba, que ha introducido aditivos en envases para que, «como si fueran unas gafas de sol», filtren la radiación ultravioleta que acelera la oxidación de los alimentos.

Otra de las tendencias, el envasado en aséptico, permite que el producto sea tratado para eliminar microorganismos fuera del envase y después introducido en él, cuando hasta ahora el tratamiento térmico se realizaba con el producto envasado y era más lento y perjudicial para las propiedades del alimento, ha explicado Enguix.

Además, el experto del Ainia ha afirmado que se está trabajando en plásticos reciclables y que algunos de los nuevos materiales ya incorporan una parte reutilizada.

Así, el uso de biopolímeros, derivados de fuentes naturales y no del petróleo y, por tanto, biodegradables, es «cada vez más común», según Enguix, quien ha asegurado que las soluciones «ya están disponibles» en el mercado, pero que hay que solventar todavía algunas «deficiencias».

Para Enguix, los biopolímeros son «un poco más caros», porque «se producen en menor cantidad».

Algunas superficies comerciales ya utilizan bolsas de plástico de biopolímeros, elaboradas a partir de almidón, pero éstas, ha apuntado Enguix, «dejan pasar completamente el oxígeno», por lo que, para el envasado alimentario, necesitan un recubrimiento.

Asimismo, el responsable de la línea de negocio de Envase y Embalaje de Aimplas, Pedro Melgarejo, ha explicado que la legislación sobre el envasado de alimentos, centrada hasta ahora en el plástico, se está ampliando a otros materiales, como el papel y el cartón, de modo que las empresas podrán investigar las posibilidades de estos materiales.