Fruto de la visión y determinación de Miguel A. Torres, Mas La Plana irrumpió en la escena internacional en 1979 al vencer, con la primera añada de 1970, a los grandes cabernets del mundo en las Olimpiadas del Vino de Gault & Millau, celebradas en París. Así nació la leyenda de un vino que supuso un cambio de paradigma en aquella época y nos marcó el rumbo en la elaboración de vinos de gama superior procedentes de viñas propias. Con el tiempo ha evolucionado hasta alcanzar hoy su punto óptimo de expresión, gracias al buen arraigo y equilibrio de las viejas cepas de cabernet.
Situada en el corazón del Penedès, en la subzona Turons de Vilafranca, y delimitada por el río Foix y la riera de Llitrà, el viñedo de 29 hectáreas se distribuye en diez parcelas y dos niveles, con suelos arcillosos en la parte baja y predominio de margas en la parte alta. Aquí las viejas cepas de cabernet, plantadas en la década de los sesenta, han arraigado bien y producen vinos equilibrados, influidos también por el clima mediterráneo. Mas La Plana es hoy un ecosistema natural lleno de vida gracias a la viticultura regenerativa cuyo objetivo es recuperar la fertilidad natural del suelo, evitar su erosión y fomentar la biodiversidad, al tiempo que aumenta la capacidad del viñedo de absorber CO2 atmosférico contribuyendo en la lucha contra el cambio climático.
Coste: 82 euros