La provincia de Córdoba cuenta en la actualidad con una superficie de unas 100.000 hectáreas con posibilidad de ser regadas, de las que el 56 por ciento son regadíos de iniciativa pública y el 44 por ciento de iniciativa privada.
Estos datos han sido facilitados por el delegado de Agricultura y Pesca de la Junta, Francisco Zurera, durante la presentación de las subvención de 1,2 millones de euros que la Junta de Andalucía ha entregado a la Comunidad de Regantes «Pantano del Guadalmellato», que se utilizarán en la modernización de las instalaciones de regadío de este embalse que abastece a la capital cordobesa.
Zurera ha explicado en conferencia de prensa que, del total de hectáreas susceptibles de riego, el 60 por ciento pertenecen a comunidades de regantes y el 40 por ciento restante a explotaciones individuales con tomas directas de otros ríos, como el Guadalquivir, el Guadajoz, o el Genil.
El delegado ha señalado que el regadío es «una fuente de riqueza, diversificación y empleo» en la provincia, así como uno de los pilares del futuro de la agricultura, y que el esfuerzo de las comunidades de regantes por invertir e innovar en este campo ha conseguido que las instalaciones provinciales sean «modernas y competitivas».
También ha indicado que la Junta ha actuado sobre el 90 por ciento de la superficie de la provincia en los últimos años, con una inversión que ha superado los 100 millones de euros.
Respecto al convenio firmado hoy, el delegado ha informado de que la subvención consistirá en aportar 3.744 euros por hectárea, sobre un total de 4.596, que son propiedad de los 583 socios que componen esta comunidad de regantes, una de las más antiguas del territorio nacional.
El presidente de dicha comunidad, Andrés del Campo, ha explicado que es una de las tres primeras comunidades de regantes que se constituyeron en España, concretamente a inicios del siglo XX, y gracias a la cual se pudo construir el pantano del Guadalmellato.
Del Campo ha indicado que la modernización del sistema de regadío consiste en transformar toda la superficie productiva en un sistema de riego de presión, lo que supone un ahorro «bastante notable», ya que permite controlar el consumo de agua.
Asimismo, ha afirmado que estos proyectos de modernización son vitales para conseguir la mayo eficiencia posible en la modernización de las explotaciones fluviales.