Los miembros de Apromalpi que trabajan en la agricultura de subsistencia producen exclusivamente de modo ecológico en un total de 432 hectáreas de campo. De estas, 215 hectáreas pertenecen al cultivo de mango, que cosecha una media de 1.600 toneladas de mango por año. El resto de la superficie se reparte entre lima, cacao y aguacate, publica la web BioTropic.
BioTropic colabora con la cooperativa desde 2009. Volker Schmidt, ingeniero agrícola para Sudamérica, se encuentra regularmente presente. Apromalpi tiene su origen en una agrupación de varios productores de mango en el año 1996. Desde 2003 el grupo dispone del certificado de Comercio Justo. En 2004 pudieron pagar juntos los gastos para la certificación ecológica y al mismo tiempo siguió la fundación oficial de la cooperativa Apromalpi.
El margen de maniobra común en una cooperativa permite a los pequeños agricultores conseguir mayores ingresos – sin intermediarios que se lleven una parte de las ganancias.
Una parte de los beneficios les ha permitido además a los pequeños agricultores invertir en mejorar el cultivo: se llevaron a cabo medidas de riego y compostaje. Se hacen cargo de la dirección técnica dos ingenieros agrónomos contratados por Apromalpi. Volker Schmidt está seguro de que la gestión central de los trabajos de campo es una base para el éxito de la cooperativa.
