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Malestar entre puestos de compra de ‘rebusco’ uva al parar Junta su actividad

Los propietarios de la decena de puestos de compra de uva de "rebusco" de la comarca de Tierra de Barros (Badajoz) han manifestado su malestar por la orden del Gobierno de Extremadura que les ha obligado a paralizar su actividad para evitar el "rebusco".

Un grupo de ellos se ha manifestado en Almendralejo, una localidad en la que durante años han funcionado dos puestos, para expresar su rechazo a esta decisión, tomada por las autoridades sanitarias para evitar la compra venta de uvas una vez terminada la vendimia.

Juan Antonio Merino, copropietario de uno de esos puestos, ha manifestado que no entienden esta decisión cuando se trata de una costumbre que lleva decenas de años llevándose a cabo en esta comarca.

Según ha indicado, hace unos quince días un veterinario de la Junta de Extremadura, escoltado por un agente de la Guardia Civil, les comunicó que debían paralizar la actividad porque en ese lugar no se garantizaban las condiciones sanitarias que tiene que tener la uva como producto destinado al consumo humano.

"Queremos conseguir que nadie quite el rebusco porque comen muchísimas familias", ha afirmado Merino, copropietario de un puesto que otros años ha llegado a tener un volumen de entre medio y un millón de kilos de uvas, una vez terminada la campaña de la vendimia.

En su opinión, la paralización de esta actividad va a ser perjudicial para muchas familias, de nacionalidad rumana y española, que tenían en el "rebusco" un sobresueldo ya que podían obtener dinero cogiendo los racimos de uva que quedan en la viña una vez que se había terminado la cosecha.

La uva recogida por estos puestos era trasladada en camiones cisterna a bodegas de varios puntos de la provincia, donde se elaboraba mosto o vino a granel, ha explicado Merino.

En la comarca se calcula que hay una decena de puestos, en localidades como Aceuchal, Fuente del Maestre y Los Santos de Maimona.

Precisamente, Merino ha acusado a alguno de esos puestos de abrir en horario nocturno para seguir con la actividad de una forma más discreta, recepcionando la uva que recogen algunas personas y que, de lo contrario, "se termina tirando a las cunetas".

Junto a Merino han estado los responsables de otros puestos como Juan Luis Díaz, que teme que esta decisión también afecte al "rebusco" de aceitunas y de otros productos sin trazabilidad como las setas o los espárragos.