El ahorro se ha logrado con medidas de sensibilización de consumo de energía para empleados y otras de carácter técnico, como la implantación de nuevos sistemas de iluminación LED (que ahorran hasta un 70 % de energía respecto a los antiguos equipos) y control de iluminación a través de la implantación de lucernarios y sondas que consiguen ahorrar un 60 % de consumo eléctrico.
Otra de las iniciativas puestas en marcha para mejorar la eficiencia energética han sido los sistemas de refrigeración, que han permitido instalar puertas de cristal en los frigoríficos, puertas automáticas en las salas refrigeradas y efectuar mejoras tecnológicas en las centrales de frío.
Sus nuevas oficinas centrales en el Paseo Imperial de Madrid, por su parte, responden a criterios de sostenibilidad y eficiencia energética.
La fachada tiene lamas y paneles que permiten controlar el aporte lumínico y se han instalado recuperadores energéticos en los elevadores, equipos de climatización eficientes y ventilación mecánica con recuperadores de calor.
La iluminación artificial se ha resuelto con detectores de presencia y fotocélulas que se gradúan según la luz natural que entra del exterior, y los puntos de consumo de agua disponen de sistemas de ahorro.
El consumo total de energía desde 2009, año en el que se puso en marcha este proyecto, ha descendido en un 25,86 %, y ha supuesto un ahorro total de 2,6 millones de euros anuales respecto a 2009.