Los supermercados británicos están inflando artificialmente los precios de algunas frutas y verduras para luego rebajarlos a su precio normal como si fuese una ganga, según fuentes de la industria alimentaria. El objetivo de esta particular estrategia de marketing es hacer creer al consumidor local que está comprando un producto rebajado cuando, en realidad, lo está adquiriendo a su precio normal.
Este fenómeno se está produciendo como consecuencia de la precampaña de Navidad, en la que las grandes cadenas de supermercados luchan por presentarse como la más barata. En concreto, el rotativo Evening Standard a Tesco, el líder del sector, de hacer una campaña promocional en la que promete rebajar un 50% el precio de cinco frutas o verduras cada semana que, sin embargo, no es lo que parece. Por ejemplo, el precio del kilo de uvas blancas subió un 25% el pasado 19 de noviembre, mientras que dos semanas después volvió a su precio normal presentado como una oferta.
Según fuentes del sector de los supermercados, esta práctica se beneficia de un vacío legal en la protección al consumidor, ya que mientras otros bienes solo pueden publicitar una rebaja cuando han tenido el producto a un precio superior al menos 28 días, las frutas y verduras no.