Los sindicatos FNSEA, JA y la Federación Nacional de Productores de Frutas y Hortalizas reclamaron en un comunicado "un reforzamiento de los controles aduaneros en las fronteras para verificar la calidad de los productos que entran" en Francia.
Igualmente exigieron "la prohibición pura y simple" de la práctica que consiste en fijar el precio de remuneración de los agricultores una vez que se ha comercializado la mercancía por su carácter "destructor de valor para el sector francés".
"Cualquier producto debe circular con un bono de encargo con una referencia de precio o una forma de conocerlo", afirmaron.
Aseguraron que las acciones que llevaron a cabo sus afiliados en el sur de Francia, que en particular ayer detuvieron en las proximidades de Perpiñán a varios camiones con melocotones, "han puesto en evidencia infracciones inaceptables con una mercancía que no se correspondía al bono de entrega, que no respondía a los criterios sanitarios o de normalización francesa".
"¿Cómo podemos aceptar este ‘dumping’ comercial?" se indignaron antes de replicar que "las producciones francesas están sometidas a reglas, en particular sociales y medioambientales, mucho más estrictas que las de nuestros vecinos".
A ese respecto, también pidieron a los poderes públicos franceses "responsabilidad" para evitar las sucesiones de reglamentaciones y el aumento de las cargas para los productores del país cuando "no se hace nada para frenar las distorsiones de competencia entre los Estados miembros" de la UE.
En ese contexto, instaron a los actores del mercado a que privilegien las frutas y hortalizas francesas, "en coherencia con el calendario de producción".