Según el sindicato, se trata de un estudio económico realizado a partir de los datos del informe del Observatorio de la fruta fresca del Departamento de Agricultura, que ponen de manifiesto que en 2014, mientras los ingresos del sector de la fruta en Lleida fueron de cerca de 130 millones de euros, los gastos se situaron en los 320 millones.
AEALL-ASAJA ha explicado que la campaña del 2014 estuvo marcada por una importante crisis de precios, que a partir de agosto se vio agravada con el inicio del veto ruso, y responsabiliza de estas pérdidas a la gran distribución por los precios a la baja que imponen.
Por ello, el sindicato reclama a las grandes distribuidoras que se sienten a la mesa con el sector productor para llegar a un acuerdo en los precios de venta que sean justos también para los agricultores.
El presidente del sindicato, Pere Roqué, ha explicado que "no puede ser que en los lineales de algunos supermercados se venda un kilo de melocotones a 40 céntimos, cuando al productor le cuesta producirlo 30 céntimos".
Roqué ha añadido: "o nos sentamos a hablar o tendremos que cerrar, porque parece que alguien quiere ganar más dinero de lo que le corresponde a expensas de nuestras costillas".
AEALL-ASAJA exige, además, medidas efectivas a la Comisión Europea, así como a las administraciones española y catalana, ante la crisis de precios de la fruta dulce.
El dirigente del sindicato agrario ha explicado en este sentido que el actual sistema de retiradas no garantiza un techo mínimo "para que el payés pueda cubrir los gastos y poderse ganar la vida". Por otra parte, el sindicato reclama a la Comisión Europea que active, a partir del 1 de abril, el sistema de retirada de fruta y no espere a media campaña.