El 1,1 % nunca consume cereales; el 8,7 ninguna pieza de fruta al día; el 1,8 % nunca consume legumbres; el 1,8 % nunca verduras y hortalizas al día; el 3,2 % nunca consume pescado a la semana; el 1,7 % nunca carne de ave; el 1,6 % nunca aceite de oliva para cocinar; el 14,8 nunca frutos secos al a semana, y el 6,4 diariamente come bollería industrial, mientras que el 4,6 % bebe más de seis vasos de vino a la semana.
Por el contrario, la mitad consume diariamente hasta dos piezas de fruta; el 42 % cereales; el 58 % hasta dos veces por semana legumbres; el 37 % una vez al día verduras y hortalizas; el 58 % hasta dos veces pescado; el 40,5 % carne de ave; el 69 % diariamente cocina con aceite; el 32 % hasta dos veces por semana frutos secos, y el 36 % nunca bollería industrial, mientras que el 42 % nunca bebe vino.
Para la valoración se han incluido quince item y la puntuación entre 5 y 10 indica el cumplimiento de la dieta, solo obtenida en el Noroeste (5) y Vega Media (5,2), mientras que en Altiplano, Murcia y Lorca (4,9), y en Cartagena (4,8) se está por debajo de esa cifra y, por lo tanto, sería conveniente que realizaran algunas modificaciones en su dieta.
Los encuestados, mayores de 20 años, entregaron sus respuestas en 64 oficinas de farmacia de ámbito rural y urbano de las seis áreas de salud para conocer el nivel de seguimiento de la dieta mediterránea y su relación con los factores de riesgo cardiovascular, informó la vocal del colegio Pilar Zaragoza.
De los participantes en la encuesta, 590 pertenecen al área de salud de Murcia; 404, a la de Cartagena; 184, a Lorca; 212, a la Vega Media; 79, al Noroeste, y 66, al Altiplano, y de todos ellos han sido los del Noroeste y Vega Media los que han obtenido mejores resultados.
Por edad, 402 son de entre 30 y 39 años; 328, de entre 40 y 49 años; 348, de entre 20 y 29 años; 224, de entre 50 y 59 años; 226, de más de 70, y 172, de entre 60 y 69. Del total de la muestra el 39 por ciento tiene menos de 40 años; el 38 por ciento entre 40 y 60, y el 22 por ciento más de 60.
De los individuos encuestados, el 63 por ciento pertenecen a la zona urbana y el 37 por ciento a la zona rural.
El retrato robot del encuestado es el de una persona de 72 kilogramos de peso, que mide 1,65 centímetros, tiene un perímetro de cintura de 92 centímetros, una talla de pantalón 45,7 en hombre y 42,4 en mujeres.
Abellán lamentó que se haya desterrado de las mesas la dieta mediterránea, al tiempo que advirtió que aquellas personas que tengan predisposición genética de complicaciones cardiovasculares, con un seguimiento medio de la misma reducirían un 30 % la probabilidad de desarrollar complicaciones.
Indicó que la gente mayor y las mujeres son los patrones que más siguen la dieta mediterránea en la Región, frente a los jóvenes, que son los que más las incumplen.
Se trata de alimentos mínimamente procesados, estacionales, con mucha fruta y hortalizas y poca carne, considerada dieta de subsistencia con poco contenido calórico «para ir tirando, que se ha desterrado porque ahora todo va en su contra», entre lo que citó la crisis y los hábitos y costumbres de vida actuales.
Preguntado por los síntomas del riesgo cardiovascular, subrayó que al contrario de lo que se piensa se trata de un «enemigo silencioso» que no da la cara fácilmente, ni siquiera a veces en un simple reconocimiento médico, pero hay personas que creen que los mareos o la alta tensión es sinónimo de padecerlo





















