Según han informado los Mossos, ésta es una de las medidas que se acordaron en una reunión que sirvió para tratar los diferentes aspectos relacionados con la seguridad en el ámbito rural.
Esta decisión de controlar más los locales de venta se ha tomado una vez finalizada la campaña de recogida de la almendra, en la que se ha detectado un aumento de los robos en el campo al subir el precio de cotización de este fruto seco.
Además, en el marco del trabajo y la preocupación para mejorar la seguridad en el campo, la organización de JARC-COAG emprendió una campaña de concienciación de los productores sobre la importancia de informar rápidamente a los cuerpos de seguridad en caso de observar cualquier conducta sospechosa.