El precio, la calidad y el sabor, en ese orden, siguen siendo las prioridades de los consumidores británicos, según se
desprende de la encuesta realizada por la revista de consumo Which? Este orden de preferencia puede ser explicado
por el contexto actual de recesión en el que se encuentra el Reino Unido. Así, los consumidores dan prioridad al precio
sobre otras consideraciones, incluso en la franja poblacional de los que obtienen ingresos más elevados.
El sondeo, realizado sobre una muestra de 2.000 personas, refleja que el 92% de los encuestados han notado el
aumento de los precios de los alimentos en los últimos 12 meses, y que sus hábitos adquisitivos han dado un giro
importante, de manera que ahora el 25% acude a los comercios de descuento en busca de los productos de calidad,
en detrimento de los principales supermercados y ofertas de productos orgánicos, publica el Ministerio de Agricultura de España.
No obstante, el bienestar animal sigue siendo un asunto tenido cada vez más en cuenta por el consumidor británico,
pasando del 17% al 22% el porcentaje de personas que se manifiesta preocupado por este aspecto.
El recelo sobre los productos transgénicos tampoco ha desaparecido, al igual que la inquietud por la Encelopatía
Espongiforme Bovina. Pero aún así, estos factores se ven superados en interés por el precio y la calidad del producto.
Igualmente se observa un elevado nivel de confianza en la seguridad alimentaria (92%) de los productos comprados
en los supermercados, así como un apoyo fuerte y continuo a los denominados productos locales (producidos en la
zona de compra), sobre todo a los cárnicos y lácteos. Esta actitud también se aplica, aunque en menor grado, a las
frutas y hortalizas.