Es una vieja estrategia usada por todos los exportadores europeos. Los productores buscan el mejor precio y para forzar la situación a los operadores independientes, en donde no hay operaciones firmadas, se tiende a que a finales de semana, se le comunique a los clientes las incidencias que va a ver en el último tramo de semana con respecto a los palets insatisfechos y que no van a recibir.
De esta manera, se presiona al importador a mejorar el precio inicial para incrementar el ingreso de la operación. Esto está sucediendo durante el mes de Octubre, donde los precios están siendo especialmente bajos, pero hay mercados que en el último tramo de semana responden mejor, incrementando la liquidación que pagan a los productores.
Los clientes del Este de Europa son los que más sufren esta situación, ya que su poder adquisitivo es menor y "en el momento en que un mercado responde algunos céntimos mejor, se produce un efecto de desplazamiento de partidas de un mercado a otro", denuncian varios operadores búlgaros y polacos.
Esta situación se ha multiplicado en las dos últimas semanas y ha provocado cierto desajuste en la oferta y en la provisión en algunas cadenas del Este de Europa, que han visto como mercados como los bálticos, alemanes o austriacos han respondido con un mejor precio a un presunto vacío de oferta, provocando problemas para los importadores del Este de Europa.
La mayoria de los mayoristas señalan que, aunque esta operación comercial es propia de muchos productores europeos, "los españoles son los que más abusan de esta estrategia".