La cuota de mercado de las frutas frescas disminuye, viéndose compensada por el aumento de las compotas y postres de frutas (a los que los productores les reducen la cantidad de azúcar). Otro dato significativo del estudio apunta que la franja de edad dónde se alcanza el pico de consumo de fruta fresca es la correspondiente a los mayores de 65 años (200 gramos/día).
De hecho, el consumo alimenticio en Francia está fuertemente influenciado por el ambiente y el entorno socioeconómico. Así, los hijos de obreros comen un 25% menos de fruta fresca que los hijos de ejecutivos; las familias numerosas (con tres o más niños) consumen menos cantidad que otras unidades familiares, mientras que los niños de origen extranjero ingieren más frutas.





















