«No tengo muy clara la referencia de volumen, ni el año o campaña de referencia para calcular las cuotas bananeras (…) Los productores y representantes de las regiones bananeras en la UE han criticado ese mecanismo y han dicho que es poco práctico», indicó el eurodiputado socialista Bernd Lange, ponente del informe que elabora la comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo (PE).
Esa comisión parlamentaria trabaja para integrar en la legislación de la UE las cláusulas de salvaguarda y los mecanismos de estabilización previstos en el tratado de libre comercio con Colombia y Perú y en el acuerdo de asociación con Centroamérica, que fueron negociados por la Comisión Europea pero que aún necesitan el visto bueno del PE para poder entra en vigor.
Por un lado, las cláusulas de salvaguardia prevén la posibilidad de suspender los acuerdos si, a causa de la liberalización de los intercambios, se importan mercancías en cantidades tales que supongan o amenacen con causar un perjuicio grave a la industria europea.
Por otro lado, los mecanismos de estabilización del banano prevén que, hasta el 1 de enero de 2020, los aranceles preferenciales puedan ser suspendidos si se alcanza un determinado volumen anual de importaciones.
Para el eurodiputado español conservador Gabriel Mato, que elabora un informe de opinión sobre el asunto desde la comisión de Agricultura del PE, es posible mejorar el texto de trasposición de las salvaguardas a las leyes nacionales sin cambiar su «sustancia», ya que la Eurocámara únicamente puede decir «sí» o «no» al texto pero no introducir enmiendas.
Mato señaló que estos tratados tendrán «grandes repercusiones en materia agrícola», y que en concreto para los productores europeos de banano puede ser «muy perjudicial».
Criticó en concreto que para activar el mecanismo de estabilización se hayan fijado unos umbrales de importación «tremendamente al alza», cuando «el mercado ya ha podido sufrir distorsiones», y que el mismo sólo se pueda extender durante tres meses, lo que en su opinión no es coherente con los años que puede llegar a estar suspendido el acuerdo si se activan las salvaguardas.
Pidió, asimismo, un «seguimiento exhaustivo» de las importaciones, así como intercambiar información con la industria de la Unión.
Por su parte, la socialista española Josefa Andrés recordó que hay otros precedentes de cláusulas de salvaguarda en otros acuerdos comerciales firmados por la UE, como en el suscrito con Corea del Sur.
La eurodiputada instó a la Comisión Europea a que haya una planificación de la cantidad de banano que se puede importar, y que revise la situación de las zonas europeas donde se produce ese monocultivo.
El parlamentario español conservador Pablo Zalba, ponente del informe sobre el acuerdo con Centroamérica, consideró necesario contar con unas cláusulas de salvaguarda que sean «efectivas y fácilmente aplicables», y también que los estados centroamericanos ratifiquen el texto «lo más simultáneamente posible» para evitar desventajas entre ellos, ya que se tendrán que repartir las cuotas.
El representante de la Comisión Europea, por último, calificó de «excelente» los acuerdos y recordó que la industria está «acostumbrada» a competir en el ámbito internacional.