Son ya 10 años desde que Edeka y WWF se propusieron trabajar para mejorar la sostenibilidad de los cítricos en España. Un proyecto centrado en las grandes zonas productivas vinculadas al cultivo de naranjas, mandarinas y clementinas en España.
El proyecto de colaboración en estos 10 años ofrece una cifra llamativa: la reducción en un 69 por ciento de los fitosanitarios usados, tras un test realizados en 22 grandes fincas donde se ha instalado este protocolo.
El sistema se vincula no sólamente a la reducción del uso de fitosanitarios, sino que también sirve para la optmización de los sistemas de riegos, una mayor biodiversidad y una calidad de fruta estable a pesar de las dificultades.
La colaboración entre Edeka y WWF demuestra que «la sostenibilidad puede dar frutos, tanto a nivel ecológico como económico y con una visión de futuro», señalan desde la cadena alemana.
El proyecto
El proyecto WWF y Edeka consiste en trabajar naranjas, mandarinas y clementinas de manera más sostenible. Sostenibilidad que se resume en una disminución del consumo de agua entre el 7 y el 11 por ciento para 2040 en comparación con 2010.
Desde 2019, el uso de sensores de humedad del suelo es obligatorio en todas las fincas que participan en el proyecto a partir del segundo año. Estos sensores proporcionan información que permite ajustar el riego de los cítricos a las precipitaciones, la temperatura ambiente y las condiciones del suelo.
En la campaña 2020/21, las explotaciones agrícolas ahorraron en conjunto 1.824 millones de litros de agua (en comparación con la cantidad legalmente permitida).
«Esto equivale al volumen de agua de más de 700 piscinas olímpicas. En 2024, el consumo medio de agua en las explotaciones del proyecto fue de 3.864 metros cúbicos por hectárea, frente a los 6.000-9.000 metros cúbicos por hectárea que se consume en España, según el Ministerio de Agricultura de España.
Las explotaciones que se encuentran bajo el protocolo WWF de Edeka ahorran hasta un 36 por ciento menos de agua, en comparación con el consumo más bajo registrado en el cultivo convencional.
Fitosanitarios
El consumo de fitosanitarios se ha reducido de manera considerable al reducirse en un 69 por ciento desde que empezó el proyecto hace 10 años.
Y hay dos objetivos más en el ambito geosocial: la conservación de la biodiversidad local para mantener pastos, arbustos y la fauna al reducir el consumo de fitosanitarios y mejorar la fertilidad del suelo.
«Desde 2018, el proyecto se ha centrado cada vez más en la fertilización y la fertilidad del suelo. Si bien ya existían planes de fertilización en las fincas del proyecto, estos rara vez se adaptaban con precisión a la disponibilidad real de nutrientes del suelo y a las necesidades de los cítricos», señalan desde Edeka.
Ahora cada explotación agrícola cuenta con un programa para mejorar la salud del suelo y usar compost, estiércol y mantillo.






















