Al iniciarse la reunión en el ministerio de Agricultura, en Bogotá, Lizarralde manifestó ante sus interlocutores estar abierto a un diálogo para hacer cambios a futuro y reiteró que el Gobierno está comprometido con el sector agropecuario.
En un comunicado anterior divulgado en su cuenta de Twitter, el ministro afirmó que "hay unas pocas personas que están desinformando a los campesinos, generando falsas expectativas y los motivan a que salgan a las calles, a que perjudiquen a otros muchos campesinos".
El Gobierno ha argumentado que los promotores de estas protestas, que siguen a las que durante tres semanas entre agosto y septiembre pasado paralizaron el país, no representan a la totalidad de los trabajadores del campo y tienen intenciones políticas.
En este sentido, la organización que convoca el paro, Dignidad Agropecuaria Nacional, condenó en otro comunicado "las declaraciones de altos funcionarios del Gobierno que afirman, sin sustento alguno, que el paro tiene fines político-electorales".
En esa asociación están representados sectores productivos como la papata, la cebolla, los cítricos, el tomate, el aguacate y frutas de tierra fría, entre otros productos.
Estos campesinos exigen respuestas sobre la deuda bancaria y comercial de los productores, rebajas en fertilizantes, agroquímicos y combustibles, así como protección frente al contrabando y los tratados de libre comercio.
En un vídeo, el ministro del Interior, Aurelio Iragorri, también manifestó su voluntad de trabajar con "sinceridad y dedicación" y "atender inquietudes en temas de créditos, insumos y comercialización de productos".