Los invernaderos del Poniente almeriense tienen una nueva plaga y un nuevo sistema de signos. La plaga son los ladrones y el sistema de signos son las botellas de plástico de agua de 1,5 litros en diferentes posiciones amarradas a los alambres de los invernaderos.
Estas botellas de plástico vacías facilitan información a los ladrones sobre el estado óptimo de corte de la sandía para facilitar el acceso al invernadero y llevarse varias unidades de sandía cuando están aptas para el corte.
La botella de plástico se coloca en la banda del invernadero, sujeta entre el alambre y el plástico y según la posición se comunica a la cuadrilla de ladrones el momento oportuno para entrar en finca y llevarse el mayor número de sandías.
El sistema de lenguaje es el siguiente: botella de plástico sin agua y arrugada significa que el invernadero tiene la sandía óptima para el corte y ya se puede entrar.
Cuando la botella se coloca en vertical y sin arrugar es que aún le faltan unas tres semanas para entrar y si la botella se coloca en horizontal es que quedan unas dos semanas para que llegue a su estado óptimo de maduración, según ha podido saber el portal www.fyh.es.
Este lenguaje de signos ya ha sido denunciado a la Guardia Civil para que tome cartas en el asunto, ya que son varios los invernaderos que han visto la presencia de las botellas de plástico durante el presente mes.
La presencia de estas botellas de plástico en el lateral de los invernaderos no es casualidad, sino un mensaje reconocible para que las cuadrillas de ladrones puedan entrar en el invernadero.
Independientemente de este suceso, durante el mes de abril se han incrementado las contrataciones de equipos de Seguridad Privada para velar por la integridad de las sandías, según desvelan fuentes de la Guardia Civil de El Ejido al portal www.fyh.es.
