La frontera entre Grecia y Bulgaria estaba cerrada hoy por décimo día por las continuas manifestaciones de los agricultores griegos a favor de más subvenciones estatales para hacer frente a las pérdidas sufridas por los fuegos forestales y las inundaciones el año pasado.
Al mismo tiempo, una huelga de funcionarios públicos contra privatizaciones y reformas del sistema de pensiones aumentó la presión sobre el gobierno griego, liderado por el conservador Costas Caramanlis.
En Atenas, un pequeño grupo de anarquistas se enfrentó hoy a las fuerzas del orden, causando daños materiales en al menos un banco y en varias tiendas.
Los agricultores han levantado bloqueos en más de 50 carreteras y autopistas de Grecia, causando el corte del tránsito entre Atenas y la importante ciudad portuaria de Salónica, así como el cierre de algunos puntos fronterizos con Bulgaria, donde se han formado colas de camiones de varios kilómetros.
Eso sí, en otros puntos del país, como en la región del Peloponeso, al suroeste de la capital, el frente huelguista parecía romperse tras las intervenciones del ministerio de Agricultura.
Según informa hoy el diario Kathimerini en su página web, los agricultores en esa zona se han mostrado satisfechos con la propuesta del ministro de Agricultura, Sotiris Hatzigakis, de incluir más productos en el paquete de ayudas de 500 millones de euros para compensar las pérdidas sufridas el año pasado.
El paquete había sido rechazado previamente por los sindicatos, que lo consideran como insuficiente.
Un paro laboral de tres horas de la confederación de funcionarios en protesta contra numerosas privatizaciones y las reformas en el sistema de pensiones, provocaron hoy la cancelación de varios vuelos de la aerolínea estatal Olympic, en pleno proceso privatizador.
Las primeras consecuencias de los bloqueos se han hecho sentir con la escasez de varios alimentos en los supermercados de Atenas y en las exportaciones e importaciones de materias primas desde y hacia los Balcanes.
El Gobierno búlgaro ha instado a la Comisión Europea a forzar Grecia a abrir de nuevo la frontera para los camiones búlgaros al menos en un punto para crear un corredor permanente de transporte.
Además, Sofía ha pedido compensaciones económicas por las mercancías búlgaras destruidas por la huelga.
El servicio de autobuses interurbanos del norte de Grecia declaró hoy que sus servicios están paralizados desde hace un semana, causando cientos de miles de euros en pérdidas.
La Unión de Hoteleros de Grecia del Norte y Central denunció también que ha sufrido serios daños por las cancelaciones en los centros de esquí de parte de turistas griegos y extranjeros.
Las protestas de los últimos días están acosando una vez más al ejecutivo de Caramanlis, muy presionado desde principios de diciembre pasado cuando la muerte de un joven por un disparo policial provocó una ola de disturbios sociales.
