Cuba perdió cientos de toneladas de una extraordinaria cosecha de tomate de alto rendimiento por no tener suficientes envases, por problemas de transporte y por una industria procesadora tecnológicamente atrasada y de capacidad limitada.
Los últimos números del semanario Bohemia y el periódico Juventud Rebelde, ambos oficiales, publicaron artículos que refieren las pérdidas ocasionadas por el retraso en trasladar a los comercios «el tomatazo», como denominaron la elevada producción registrada este año. La noticia se suma a decenas de malos datos sobre la economía de la isla que han publicado medios oficiales en las últimas semanas, incluidas la caída de las exportaciones -cuadruplicadas por las importaciones-, la necesidad de racionar energía y la iliquidez del Estado cubano.