Las máquinas permanecen aparcadas ante el emblemático templo ortodoxo de San Alexander Nevski, mientras que unos 3.000 agricultores, según la organización, ocupan las calles entre la sede del Gobierno y el Parlamento.
Los agricultores, llegados de todas partes del país y dedicados principalmente a la producción de cereales, exigen la dimisión de los ministros de Agricultura y de Finanzas, Miroslav Naidenov, y, Simeon Dyankov, por los recortes financieros estatales en el sector.
Los trabajadores del campo protestan por los planes del Ejecutivo de cortar los fondos en 115 millones de euros, hasta los 170 millones, pese a que las autoridades se habían comprometido en no hacerlo.
«Nos sentimos engañados y por eso salimos de protesta», declaró a Efe, Sasho Asenov, de 52 años, propietario de 15 hectáreas de tierra al norte del país.
Según el agricultor, el Estado apenas le subvenciona con 110 euros por hectárea, mientras que sus gastos sólo en combustible son ya de 50 euros.
Este protesta coincide con otra que mantienen desde hace 11 días los empleados de la compañía estatal de ferrocarriles, BDZ, que siguen bloqueando el normal funcionamiento de los trenes.
El Gobierno planea despedir a unos 2.500 de los 13.000 empleados de BDZ, así como eliminar unas 150 líneas de cercanías.
