Los agricultores de hortalizas de Almería han dejado de ingresar, en la última década, en torno a 200 millones de euros. El motivo está en la caida de la liquidación tras la venta de su producción. En concreto, los ingresos medios del agricultor han caido un 6%, en este periodo. Un porcentaje que supone 8.000 euros por cada una de las 25.000 hectáreas en explotación en la provincia.
Las consecuencias del desplome de la liquidación de los agricultores, campaña tras campaña, dañan las posibilidades de crecimiento. No en vano, el beneficio de los agricultores ha caido un 60%, los productores arrastran graves dificultades para renovar las infraestructuras de producción lo que merma la capacidad de incremetar el rendimiento de las cosechas y el sector vive una reducción paulatina de la superficie de cultivo, un 4%. En concreto, desde 2005 a 2012, han desaparecido 1.000 hectáreas de invernadero.