Según Hogan, el objetivo de Londres de establecer ventajosas relaciones económicas con nuevos socios tras su salida del bloque comunitario es una «meta ilusoria» desarrollada sobre la idea de que el Reino Unido volverá a ser «un imperio 2.0».
El comisario advirtió de que el Gobierno británico deberá ofrecer importantes «concesiones para poder lograr acuerdos alrededor del mundo» cuando salga del mercado único europeo y la unión aduanera.
La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, ha declarado su intención de defender la opción de un «brexit» duro durante las negociaciones que mantendrá con sus socios europeos para establecer los términos de este divorcio.
Antes, no obstante, deberá ganar las elecciones anticipadas que ha convocado para el 8 de junio y en las que espera obtener un fuerte apoyo de la ciudadanía para afrontar esas conversaciones desde una posición de fuerza.