Nacional

Logran mejorar calidad de arándanos reduciendo 20 por ciento necesidad agua para riego

Determinadas variedades de arándanos mejoran su calidad, concretamente aumenta su firmeza y contenido total de azúcares y otros compuestos beneficiosos para la salud, como los antioxidantes, tras someterlos a una reducción de su necesidad de agua para riego de un 20 por ciento, ha informado la Fundación Descubre.

Según un estudio del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa), para llegar a esta conclusión, los investigadores sometieron a esta situación de déficit hídrico a tres tipos de variedades de arándanos que se cultivan en Huelva para comprobar los efectos del ahorro de agua en el fruto y disminuir la cantidad de agua y fertilizantes para minimizar filtraciones a los acuíferos.

En primer lugar, los científicos han determinado que dicho déficit no afecta de forma negativa a la calidad de los distintos tipos de arándanos sino que, en algunos de ellos, se produce una mejora.

Han constatado que esa disminución del aporte de riego aumenta el contenido en polifenoles, unos compuestos químicos presentes en los vegetales que tienen gran capacidad antioxidante.

De igual forma, la escasez de agua influye en el incremento de sólidos solubles totales o azúcares de las variedades analizadas, un factor que, equilibrado con la acidez, mejora el sabor del producto.

Los expertos también han destacado el aumento de la firmeza del producto, su dureza externa, pudiéndose prolongar su vida poscosecha en torno a diez o quince días, en condiciones óptimas de consumo, lo que implica una mayor competitividad del producto de cara a la exportación.

Al margen de los propios beneficios para el fruto, las consecuencias en el medio ambiente del menor aporte de agua también son positivas para la zona en la que se cultiva, el entorno de Doñana.

Prácticamente la totalidad de la producción española de arándanos se produce en Huelva, en las inmediaciones de este espacio natural y en suelos arenosos que no retienen el agua sino que ésta pasa de forma rápida a capas más profundas, a los acuíferos.

Por ello, la reducción del aporte de riego implica también la de fertilizantes, lo que permite que el cultivo tenga mayor conciencia medioambiental.

El estudio ha estado dirigido por José Luis Muriel Fernández y financiado por con la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía.