La lluvia y la nieve que están cayendo en España -especialmente en la zona norte- sentarán bien a la mayoría de cultivos con carácter general, según han indicado las organizaciones agrarias.
Asaja, COAG y UPA han destacado estos efectos positivos que alejan el fantasma de la última sequía, aunque tendrán que estar atentos a la evolución de precipitaciones o temperaturas que podrían derivar en inundaciones, desbordamientos o heladas.
Desde la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), han remarcado que las lluvias de invierno siempre son positivas, mientras que las nevadas en el Pirineo pueden aliviar un poco los embalses de Aragón, que estaban un algo bajos para estas fechas.
De momento no han constatado problemas graves en la producción agraria, aunque deben confirmar aún si las precipitaciones afectaron a explotaciones de alcachofas de Tudela (Navarra).
La organización agraria COAG ha subrayado que la lluvia y la nieve en estas fechas podrían provocar nuevos retrasos en la recta final de la recogida de la remolacha en Castilla y León, cuando estaba a punto de concluir.
En el lado negativo, la excesiva humedad ambiental puede provocar la proliferación de plagas y hongos.
En este sentido, COAG ha recordado que en los invernaderos andaluces, como los de Almería, las precipitaciones de noviembre y las intensas nieblas de diciembre -acompañadas de escaso viento- han provocado un exceso de humedad ambiental que puede elevar el nivel de bacterias capaces de afectar al crecimiento de las plantas.
UPA ha coincidido en señalar que «las nieves están viniendo bien a los cultivos» y que al llegar «en tiempo» no están perjudicando al campo, como tampoco los fríos, de momento, a diferencia de lo que ocurrió el pasado año.





















