Fuentes de esta cadena de distribución han asegurado que la inversión también se destinará a la remodelación de 50 tiendas para adecuarlas a la nueva imagen de la compañía y hacerlas más eficientes energéticamente, al igual que ya ha hecho en otros de sus establecimientos desde 2011, según han indicado en un comunicado.
En concreto, Lidl ampliará la sala de ventas y los surtidos de productos, especialmente los frescos, de la totalidad de sus autoservicios de descuento.
También incorporará el surtido de pescado fresco a aquellas tiendas que aún no lo tengan e implantará un nuevo concepto de panadería y bollería con más de 30 referencias horneadas a diario en el punto de venta.
De la veintena de nuevos supermercados previstos para este ejercicio, Lidl ya ha procedido a la apertura de cinco en los municipios de Alhaurín de la Torre (Málaga), Murcia, Palma de Mallorca, L’Hospitalet de l’Infant (Tarrona) y Córdoba.
La cadena alemana, que cuenta ahora en España con 525 tiendas, ocho plataformas logísticas y una plantilla de 9.500 personas, acumula desde 2008 una inversión en su negocio español de mil millones de euros, de los que 340 millones se han invertido en los dos últimos años.
Solo en 2012 Lidl compró a sus 350 proveedores españoles por valor de 2.500 millones de euros, de los que 1.200 millones se destinaron a la comercialización fuera de España.
"Un claro ejemplo de la confianza de Lidl en el sector agroalimentario español es el hecho de la compra de 960.000 toneladas de frutas y hortalizas, lo que supone el 6 % de la producción total del país", según las mismas fuentes.
Lidl, que abrió su primera tienda en España en 1994, está presente en 26 países europeos a través de 10.000 puntos de venta donde trabajan 170.000 empleados y acuden siete millones de clientes diarios