El centro, inaugurado de forma oficial, cuenta con 70.000 metros cuadrados de superficie y ha supuesto una inversión de más de 70 millones de euros, aunque por el momento se encuentra todavía en una primera fase y no estará operativo al 100 por ciento hasta 2018, según ha precisado la compañía.
La planta -situada en unos terrenos anteriormente ocupados por Electrolux- va a centralizar toda la logística inversa de la sección de bazar y el servicio post-venta del grupo, y posteriormente también abastecerá de producto fresco a cerca de 150 tiendas situadas en la zona centro de España.
Actualmente, la superficie de almacenamiento es de 45.000 metros cuadrados, con capacidad para albergar hasta 21.000 palets, aunque con la puesta en marcha de la segunda fase se incorporará una instalación logística automatizada que sumará 16.000 metros cuadrados más y la posibilidad de almacenar otros 50.000 palets.
En 2018, esta plataforma se convertirá así en "la más grande y la más avanzada tecnológicamente de toda Europa", han destacado desde la compañía alemana.
Se calcula que en este centro se moverán dos millones de palets por año, y desde ella partirán hacia los supermercados de la cadena en torno a 74 millones de cajas de mercancía.
En sus instalaciones trabaja ya un centenar de trabajadores, cifra que se elevará hasta 275 personas cuando entre en pleno funcionamiento.
"Hoy es un momento muy especial para nosotros, ya que ésta es la más grande de nuestras 150 plataformas logísticas en Europa y también es la más sostenible a nivel ambiental. Es un referente para todo nuestro grupo", ha asegurado en declaraciones a los periodistas el director general de la empresa en España, Michael Aranda.
Ha insistido en que Lidl "ha apostado por España" incluso en los peores momentos de la crisis, con una inversión en el último lustro de mil millones de euros y de más de 350 millones sólo en 2016.
"Tenemos muchas expectativas, hay 46 millones de habitantes en este país (…) y tenemos todavía mucho trabajo por hacer", ha señalado Aranda, quien ha restado importancia a la situación de inestabilidad política que vive el país.
De hecho, ha incidido en que para Lidl "el negocio está funcionando muy bien" y que confía en seguir creciendo.
La cadena alemana comenzó a operar en España en 1994 y es ahora el quinto operador en el sector de la distribución, con una cuota de mercado superior al 4 %; posee 535 tiendas, cuenta con 11.500 empleados y recibe en torno a 3,5 millones de clientes a la semana, con una facturación anual de más de 3.000 millones de euros.
Como parte de su estrategia, el grupo también ha comenzado a implementar un nuevo modelo de supermercados más amplios, luminosos y sostenibles, aunque sin perder de vista la funcionalidad.
Esta "cuarta generación" de tiendas está compuesta hasta el momento por 25 establecimientos, entre ellos su nuevo supermercado de Coslada -abierto a principios de mes-, considerado el más sostenible de Lidl en España.
Locales más grandes -de al menos 1.400 metros cuadrados-, con zonas verdes y plazas de aparcamiento de mayor tamaño, y con pasillos más amplios y luminosos, y más luz natural.
En estos 22 años de vida en España el grupo ha ido modificando sus supermercados, que comenzaron con un modelo sobre todo funcional y de coste ajustado para poder replicarse fácilmente por todo el país, para posteriormente ir ganando tamaño con el propósito de albergar más surtido y apostar por el producto fresco.
A los actos de inauguración han acudido, entre otras autoridades, el embajador de Alemania en España, Peter Tempel; la directora general de Comercio Interior, Carmen Cárdeno; el director general de Industria Alimentaria, Fernando Burgaz; el alcalde de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez Palacios; y su homólogo en el Ayuntamiento de Coslada, Ángel Viveros.