"Si desde 1989 hemos resistido a la enorme presión de las multinacionales norteamericanas, cuyo objetivo es conquistar los 6.000 millones de toneladas del mercado europeo, ha sido por la confianza mutua, por la unidad y por la persona excepcional que es Leopoldo Cólogan", dijo Eric de Lucy, presidente de la asociación de productores de Martinica y Guadalupe para resumir la trayectoria del presidente saliente.
"Pese a la distancia y a la diferencia de idiomas y de culturas, hemos conseguido mantener la unidad y la solidaridad entre todos los productores europeos", subrayó.
La APEB reúne a los productores de plátano de Canarias, Madeira, Guadalupe y Martinica, cultivo que da empleo a 30.000 personas en estas regiones ultraperiféricas de la Unión Europea y cuya protección arancelaria necesitan para subsistir frente a la competencia sobre todo latinoamericana.
Laurent de Meillat, que sustituye a Cólogan al frente de la APEB, afirmó que los ministros de Francia, España y Portugal, así como la Comisión Europea, consideran a esta organización como una de las mejores de Europa, que ha conseguido preservar el cultivo gracias al apoyo de los respectivos gobiernos regionales y nacionales.
Cólogan agradeció las muestras de afecto y señaló que llevaba ya tiempo pidiendo el relevo porque son muchos años al frente de la organización, que ahora se enfrenta, como desde que nació en 1989, a numerosos retos.
El administrador de la APEB, Gérard Bally, explicó que el principal reto para los productores son los acuerdos de la Comisión Europea para rebajar progresivamente los aranceles a la importación desde los 176 euros por tonelada de 2009 a los 75 euros en 2020.
"Ahora estamos en 120 euros, a mitad de camino. De momento no hemos tenido una bajada de precios radical por la rebaja de aranceles, pero va a ocurrir un día, y si los precios bajan la ficha financiera actual es insuficiente", dijo Gérard Bally.
La APEB quiere convencer a la Comisión de que si sigue bajando el arancel "hay que hacer algo o desaparecemos", y ese es el desafío más serio de los productores, que se proponen actuar junto a los tres gobiernos nacionales y los tres gobiernos regionales frente a la Comisión Europea.
Otro de los retos de la APEB es el intento de la Comisión Europea de desvincularlos del mecanismo del POSEI e incluirlos en la Política Agrícola Común (PAC), lo cual también supondría la desaparición del cultivo, aseguran.
La APEB se enfrenta además a otro reto, que es el de convencer y sensibilizar al creciente número de funcionarios europeos procedentes de Europa del este que son ajenos a los problemas de las regiones ultraperiféricas de España, Francia y Portugal.
Lo importante es seguir unidos, insistieron los representantes de los productores plataneros comunitarios, y elogiaron la iniciativa del ministro francés de agricultura de recuperar el grupo institucional de amigos del plátano, para aglutinar a los funcionarios ministeriales de los tres países y de la Comisión Europea que tienen que ver con este expediente para garantizar la continuidad del cultivo y de las ayudas.
Leopoldo Cólogan dijo que si el arancel se hubiera mantenido en 176 euros no necesitarían más ayudas, pero el descreste fruto de los acuerdos bilaterales y multilaterales con los países latinoamericanos hace que los precios bajen, aunque los costes de producción aumentan.