La iniciativa se enmarca dentro del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (Arcal), de la división del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y en conjunto con la FAO.
«El proyecto consiste en utilizar técnicas nucleares como el oxígeno-18 (18O) y el hidrógeno-2 (2H) para medir la evaporación del suelo y la transpiración del cultivo, para mejorar la eficiencia a diferentes niveles de campo. Además, el proyecto busca generar datos para mejorar las estimaciones del uso del agua», afirmó el encargado de la División, Lee Kheng Heng.
Según datos de la FAO, la extracción de agua anual total para América del Sur, Centroamérica y el Caribe es de 245.270 millones de metros cúbicos, que corresponde al 6,3 por ciento de las extracciones mundiales.
De la totalidad de esta extracción, el 71 por ciento del agua se utiliza con fines agrícolas, sin embargo, la eficiencia del riego suele ser inferior al 40 por ciento en la región, mientras que la media mundial es de 56 por ciento.
Según los expertos, para el desarrollo de este proyecto es indispensable reunir conocimientos de diferentes países, siguiendo una estrategia común y tomando en cuenta las características específicas de cada uno, en términos de cultivos, recursos y necesidades.
«Hago un llamado a que la información que surja de esta acción conjunta sea puesta a disposición y transferida con el lenguaje requerido, con el fin de que los resultados tengan un impacto positivo en nuestro entorno», expresó el coordinador residente de la FAO en Costa Rica, Octavio Ramírez.
La implementación de esta iniciativa involucra la innovación, la tecnología y la investigación, con el propósito de generar acciones que permitan reducir la huella hídrica del sector, produciendo alimentos de una manera más eficiente y sostenible