Se trata de la mayor feria alimentaria de Asia y, de hecho, de la cuarta de todo el planeta, con 126.000 metros cuadrados en once grandes pabellones de exhibición completos, y cuenta este año con más de 2.900 expositores de 67 países, que esperan recibir a unos 65.000 visitantes.
A pesar de la ausencia de pabellones propios de algunos países clásicos en esta cita, como Chile y Colombia (lo que impidió repetir el primer pabellón conjunto de la Alianza del Pacífico, presentado el año pasado), sí enviaron empresas por libre, y además hubo un mayor número de firmas de otros países.
Más allá de las frigoríficas, los principales países exportadores latinoamericanos están incrementando año a año su presencia, y también nuevos participantes se van sumando, como es el caso de Costa Rica, que se estrenó en esta feria en 2015 y que repite este año con un pabellón propio que arropa a ocho empresas.
"Para un país pequeño como Costa Rica estar en una feria de estas características, codo a codo con las grandes potencias latinoamericanas, muestra la fortaleza y el valor de nuestros productos", aseguró a Efe el presidente ejecutivo de ProComer, la agencia de promoción de exportaciones del país, Pedro Beirute.
"China es un mercado importante para nosotros porque tenemos un tratado de libre comercio que facilita el ingreso de los productos costarricenses en China, y porque es una economía que sigue creciendo, y el consumidor chino está cada vez más abierto a productos y marcas internacionales", agregó.
Otros países, como Perú, con seis firmas, acuden sobre todo centrándose en una gama de productos por los que son especialmente conocidos en China: los "superalimentos", el algarrobo, la granada y el aguacate deshidratado, entre otros.
Tras introducir en el mercado chino en 2015 la palta (aguacate) y los espárragos (la semana pasada), ya están todos los grandes cultivos peruanos en China, incluidos la uva y el mango.
También los grandes protagonistas habituales de la región en SIAL aumentaron su presencia, y México, con 18 empresas, siguió insistiendo con productos que son también señas de identidad, como el aguacate.
"Los productores mexicanos cada vez son más conscientes de que no sólo deben enfocar sus esfuerzos de exportación a EEUU, porque Asia tiende a ser cada vez más uno de sus principales mercados", apuntó Alejandro Salar, responsable de ProMéxico en Shanghái.