Los cultivadores de la famosa papa de Idaho están reduciendo este año la superficie dedicada a la plantación del tubérculo para mantener los precios, informó ayer el diario The Idaho Statesman.
«Menos hectáreas significan precios más altos», señaló el artículo. «Y los agricultores que no cultivan papa este año han tenido éxito con cultivos sustitutos».
El presidente de la Comisión de la Papa de Idaho, Frank Muir, dijo al diario que la producción del tubérculo en el estado se encuentra en buenas condiciones y «las ganancias este año han subido por quinto año consecutivo».
El Servicio Nacional de Estadísticas Agropecuarias indica que la producción de papa de Idaho ha bajado un 20 por ciento desde el año pasado.
La reducción de las plantaciones de 141.000 hectáreas a 121.400 hectáreas, según el diario, se debe «a la influencia de los Productores Unidos de Papa de Idaho, una organización que se formó en noviembre de 2004 después de un año de precios malos para fijar límites a la cosecha.
El presidente del grupo, Jerry Wright, explicó que «en lo que se refiere a la papa todo es asunto de oferta y demanda: los cultivadores han aprendido que un exceso de un 1 por ciento en la oferta puede llevar a un derrumbe en los mercados».
Según las cifras del Censo Agropecuario de 2007, había en Idaho 703 granjas que producían papas. La Comisión de la Papa de Idaho indicó que este año poco menos de 700 cosecharán el tubérculo.
Además, la agrupación de productores de papa señala que del 65 al 70 por ciento de estas granjas son miembros de la organización.
Dado que la plantación de papa año tras año daña el suelo, muchos cultivadores emplean la rotación de cultivos alternando con trigo y cebada cada dos años.
Muir dijo al diario que «una variedad de cultivos se han tornado en alternativas muy populares y rentables gracias al impulso dado por el gobierno a la producción de etanol».